Voto
joven, reforma judicial, revocación de mandato.
Las
correcciones de último momento.
Fueron largos meses de debate.
Reuniones semanales que duraban no menos de tres horas. Comisiones temáticas
que volvían siete días después con análisis y nuevas propuestas. Pero ya está
lista. La bandera de su gestión, el hito que buscaba Miguel Ángel Mancera ya
está terminado. El proyecto de Constitución de la Ciudad de México será
presentada en los próximos días.
La Política Online accedió a los detalles
de los últimos debates entre el Grupo Redactor -Los Notables, como se los llamó
mediáticamente- y los representantes del Jefe de Gobierno, que transcurrieron
esta misma semana. Allí se pulieron los últimos temas.
La Constitución del DF tendrá 75 artículos,
aunque la redacción de cada uno de ellos es generosa. Así se saldó en parte la
dicotomía de lanzar un proyecto "minimalista" o
"maximalista". La mirada jurídica que pedía una redacción que no
reiterara derechos ya consagrados en la Constitución Federal perdió frente a
una mirada más ciudadana.
"Es como si yo abriera una novela
diciéndoles a mis lectores que sólo la entenderán si compraron mi libro
anterior. Hay que poner en contexto", fue el argumento descontracturado
que utilizó Juan Villoro para derrumbar los planteos más técnicos.
Así, la Constitución del DF abrirá con una amplia
"Carta de derechos a la Ciudad", en donde se establecerán los
principios básicos de las libertades, garantías y derechos más generales de
todos los habitantes de la capital mexicana.
Varios ejes de este proyecto tuvieron acalorados
debates hasta el minuto final. Uno de estos puntos fue, sin dudas, el método de
selección de los magistrados. La propuesta original del Grupo Redactor
planteaba la creación de un Consejo Ciudadano que estudie, analice y promueva
las candidaturas de los jueces del DF.
Una apuesta interesante para un poder del estado
que suele ser reacio a la intromisión ciudadana. Mancera planteó dudas a través
de su consejero jurídico Manuel Granados y del Secretario Ejecutivo del Grupo,
Rogelio Muñiz. Ellos creían que las designaciones de carrera y/o directamente
políticas debían seguir intactas.
Sabiendo que aún deberá debatirse y lograr
consensos en la Asamblea Constituyente, el Grupo Redactor optó por desoír la
sugerencia del Jefe de Gobierno para avanzar con la opción más progresista.
"La mayoría pensamos que no saldrá el Consejo Ciudadano, por eso optamos
por plantear el tema en el proyecto", explicó uno de los hombres que
participó de las negociaciones.
Otro punto candente en torno a la Justicia:
¿Debería habilitarse la reelección para el presidente del Tribunal Superior de
Justicia? Una discusión que tiene nombre y apellido. Se barajaron distintas
opciones. Aceptar una reelección, pero con períodos máximos de 6 años.
"Si aceptamos la reelección, luego en la
Asamblea ampliará el tiempo del período", planteó uno de Los Notables. El
proyecto final establecerá entonces un solo período de 10 años como máximo.
"A lo sumo, si quieren incluir una reelección, deberán bajar la duración.
Nadie aceptará un presidente magistrado por 20 años", concluyeron.
El voto joven también generó posiciones muy
encontradas. La postura más conservadora pedía que los jóvenes de 16 años
puedan participar en la vida política sólo si se trataba de plebiscitos o
presupuesto participativo. "Si avalamos el voto electivo, nos pondremos en
contradicción con la Constitución Federal, y además podemos abrir un pedido de
baja a la edad de imputación penal", explicaban los expertos en derechos.
Esa discusión la volvió a ganar el ala
"progresista" de la mesa. El proyecto que presentará Mancera
habilitará a los jóvenes de 16 años a votar en las elecciones locales de la
Ciudad: podrán elegir diputados locales, jefes delegacionales y también su Jefe
de Gobierno.
Por último, Porfirio Muñoz Ledo intentó empujar
la idea de un sistema parlamentarista en la Ciudad de México, en donde el
programa de gobierno y la conformación del Gabinete debían ser avaladas por el
Congreso local. Pero se enfrentó a una catarata de objeciones que lo obligaron
a incluir este modelo de forma "optativa", bajo el concepto de
"gobiernos de coalición".