Eduardo Torreblanca
Como nunca se había hecho en más
de 70 años, ahora los 329 mercados públicos reconocidos como tales en la ciudad
capital están siendo ya sujetos de atención y procesos de modernización. En su
interior hay más de 72 mil microempresas que generan más de 285 mil empleos
entre directos e indirectos.
Para no hablar de más de 212 “concentraciones comerciales” que ahora procuran su reconocimiento como mercados públicos.
El año pasado se invirtieron más de 200 millones de pesos en sus procesos de modernización.
Se trata de procesos de modernización integrales que no sólo ejercen mejoras físicas y regularizaciones diversas como el caso del convenio que se ha firmado con la CFE para que todos los locatarios de los mercados públicos reconocidos tengan su respectiva cuenta con la Comisión.
El presupuesto para 2014 y 2015 ha sido de 70 millones de pesos, pero lo que se ha diseñado como estrategia para que estos recursos se multipliquen es convocar a que las delegaciones políticas hagan sus propuestas a convocatorias específicas en las que no sólo los recursos del gobierno cuentan sino tienen que ser complementados con lo que estas delegaciones aporten o lo que eventualmente puedan convocar los locatarios.
Pero el asunto no para ahí. Los lineamientos legales que reglamentan el funcionamiento de los mercados públicos datan del régimen de Miguel Alemán. Desde 1951 no se habían modernizado. Lo que ahora se está haciendo es regularizar este aspecto legal para que no sólo se cuente con un padrón efectivo y real de quienes ocupan qué locales en qué mercados y con qué giros de comercio para que haya claridad en cuanto a qué giros son aceptados y cuáles no en los mercados públicos para no mencionar las 212 “concentraciones de comerciantes no regularizados (aún)”.
Tan solo si pensamos en los 329 mercados públicos reconocidos oficialmente su superficie de atención al consumidor es 20 por ciento superior al área de atención comercial de los supermercados más las tiendas de conveniencia que funcionan en los límites geográficos del Distrito Federal. Casi el 50 por ciento de abasto a la población capitalina se hace en estos centros comerciales.
Para el caso de las concentraciones de comerciantes, la tendencia es a la regularización. Se ha solicitado a las delegaciones que inicien el trámite de reconocimiento para que estas concentraciones sean sujetas de reconocimiento como mercados públicos.
Para el caso de los servicios integrales, algo que llama la atención es la convocatoria que ha realizado Horacio Robles como encargado de la Dirección de Abasto, Comercio y Distribución de la Secretaría de Desarrollo Económico del DF para que los comerciantes de los mercados públicos acepten ya pago
con el plástico como ahora comienza a ser una sana costumbre.
La Dirección ha convocado a “agregadores” para que sus servicios de pago con tarjeta de crédito
o débito vía uso de un dispositivo agregado a cualquier teléfono celular
“inteligente” se pueda llevar a cabo.
Esto incrementará capacidad de venta de estos locales ya que, tan solo para pensar en los tres programas sociales más importantes del Gobierno del DF, como lo son el programa en favor de los adultos mayores, el que atiende a madres solteras o jefas de familia o bien el programa de apoyo a útiles escolares, representa una derrama anual de 7 mil millones de pesos que casi de manera etiquetada se ejercen en tiendas de autoservicio por lo que pronto será una sana costumbre poder pagar con tarjetas de débito o crédito en locales de mercados públicos.
Para no hablar de más de 212 “concentraciones comerciales” que ahora procuran su reconocimiento como mercados públicos.
El año pasado se invirtieron más de 200 millones de pesos en sus procesos de modernización.
Se trata de procesos de modernización integrales que no sólo ejercen mejoras físicas y regularizaciones diversas como el caso del convenio que se ha firmado con la CFE para que todos los locatarios de los mercados públicos reconocidos tengan su respectiva cuenta con la Comisión.
El presupuesto para 2014 y 2015 ha sido de 70 millones de pesos, pero lo que se ha diseñado como estrategia para que estos recursos se multipliquen es convocar a que las delegaciones políticas hagan sus propuestas a convocatorias específicas en las que no sólo los recursos del gobierno cuentan sino tienen que ser complementados con lo que estas delegaciones aporten o lo que eventualmente puedan convocar los locatarios.
Pero el asunto no para ahí. Los lineamientos legales que reglamentan el funcionamiento de los mercados públicos datan del régimen de Miguel Alemán. Desde 1951 no se habían modernizado. Lo que ahora se está haciendo es regularizar este aspecto legal para que no sólo se cuente con un padrón efectivo y real de quienes ocupan qué locales en qué mercados y con qué giros de comercio para que haya claridad en cuanto a qué giros son aceptados y cuáles no en los mercados públicos para no mencionar las 212 “concentraciones de comerciantes no regularizados (aún)”.
Tan solo si pensamos en los 329 mercados públicos reconocidos oficialmente su superficie de atención al consumidor es 20 por ciento superior al área de atención comercial de los supermercados más las tiendas de conveniencia que funcionan en los límites geográficos del Distrito Federal. Casi el 50 por ciento de abasto a la población capitalina se hace en estos centros comerciales.
Para el caso de las concentraciones de comerciantes, la tendencia es a la regularización. Se ha solicitado a las delegaciones que inicien el trámite de reconocimiento para que estas concentraciones sean sujetas de reconocimiento como mercados públicos.
Para el caso de los servicios integrales, algo que llama la atención es la convocatoria que ha realizado Horacio Robles como encargado de la Dirección de Abasto, Comercio y Distribución de la Secretaría de Desarrollo Económico del DF para que los comerciantes de los mercados públicos acepten ya pago
con el plástico como ahora comienza a ser una sana costumbre.La Dirección ha convocado a “agregadores” para que sus servicios de pago con tarjeta de crédito
o débito vía uso de un dispositivo agregado a cualquier teléfono celular
“inteligente” se pueda llevar a cabo.Esto incrementará capacidad de venta de estos locales ya que, tan solo para pensar en los tres programas sociales más importantes del Gobierno del DF, como lo son el programa en favor de los adultos mayores, el que atiende a madres solteras o jefas de familia o bien el programa de apoyo a útiles escolares, representa una derrama anual de 7 mil millones de pesos que casi de manera etiquetada se ejercen en tiendas de autoservicio por lo que pronto será una sana costumbre poder pagar con tarjetas de débito o crédito en locales de mercados públicos.
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